Maldito el hombre que no huye del amor.
Suicida. No suele ser lo más inteligente
ir impávido hacia lo recio de las llamas
ver cómo los demás hacen gastos horrorizados
para que uno salve el saco de la chamusquera.
Uno arriesga sus ojos cuando se detienen
un segundo de más en otros ojos.
Sonríe al no recordar un nombre
Idiota que se sabe condenado, pero ríe
y no hace caso a los viejos que lo aleccionan
desde la mala suerte llena de unas copas.
Un día no muy lejano llegará al mismo bar
idéntico sujeto. Más bien será una noche,
sin corbata, entrado en carnes y resquemores
vendrá en busca de unos viejos ya muertos de viejos.
Vendrá desde una casa idéntica a la mía
Los mismos números, rota, la puerta de salida.
Leva Cosanovich
levacosanovich@hotmail.com
1 comentario:
cuando los viejos explotan
mejor estar lejos
las esquirlas
son más peligrosas
que de costumbre.
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