viernes, 6 de enero de 2012

FRAGMENTOS

En lo real suele estar lo imaginario.
Entonces, se hace aconsejable
unir las partes,
fragmentos que puedan conectarlas.

Una mirada se posa sobre un cuadro.
El hombre está feliz
y sin embargo llora,
esa vida tiene sentido
solo en cierta casa de tal calle.
Únicamente en cierto tiempo.

Recorrerá el camino
como todos,
resbalará también él
sobre su pesimismo.

Desde un punto del techo
con sus miles de ojos simples y complejos
una mosca ve solo dos en sueño,
separados
por agonías personales.

Barrera montañosa en este mundo
de punta a punta
a lo largo de la cama.

Experimentaré la vida todo lo posible
con mi espíritu primitivo.
Igual, no me ilusiono
regresarán los miedos
siempre que baje la guardia.

Cuando logre cerrar los ojos
mimetizados
entre argumentos aprendidos en la infancia.

Ellos son invencibles.

Cautivo de presuntas certezas
declinará mi torre;
el charco ya casi se ha secado.

Era un bello estanque este charco maloliente,
alguna vez ha sido verde esta rama.

El fuego siempre es el olvido,
seca de toda savia o nervadura
estallará como el calor del verano
sin anunciarse
apenas un presagio.

Habrá de sorprendernos
Como la primera helada del invierno.

Casi en pelotas.


Leva Cosanovich.

DEBILIDAD

Tengo la sensación de llegar tarde otra vez, al mismo sitio,
Cargo mujeres con cien niños en el desierto;
tierra de Caín, prometida por nadie, para mí, en sueños.
Y no se deja alcanzar.

Llevo una fotografía rasgada en el bolsillo,
alguien intuye que falta en ella.
Regateo a diario por nuestras pobres vidas
en este despoblado
como un bandido con la soga al cuello
con un verdugo impávido,
mi actitud más primitiva.

Luces encendidas en la calle
trajes baratos en la vidriera de enfrente.
Y sin embargo…llueve;
una de las maneras que tiene la vida
de afirmar ciertas ausencias
cuando uno está cansado.


Leva Cosanovich.
17 de Noviembre de 2011.