Al que extraño es al viejo león del zoo,
siempre tomábamos café en el
Bois de Boulogne,
me contaba sus aventuras en Rhodesía del Sur
pero
mentía, era evidente que nunca se había movido del
Sahara.
De todos modos me encantaba su elegancia,
su manera de encogerse de
hombros ante las pequeñeces
de la vida,
miraba a los franceses por la
ventana del café
y decía "los idiotas hacen hijos".
Los dos o tres cazadores ingleses que se había comido
le provocaban malos
recuerdos y aun melancolía,
“las cosas que hace uno para vivir" reflexionaba
mirándose la melena en el espejo del café.
Sí, lo extraño mucho,
nunca pagaba la consumición,
pero indicaba la
propina a dejar
y los mozos lo saludaban con especial deferencia.
Nos despedíamos a la orilla del crepúsculo,
él regresaba a son bureau,
como decía,
no sin antes advertirme con una pata en mi hombro
"ten
cuidado, hijo mío, con el París nocturno".
Lo extraño mucho verdaderamente,
sus ojos se llenaban a veces de desierto
pero sabía callar como un hermano
cuando emocionado, emocionado,
yo
le hablaba de Carlitos Gardel.
GOTÁN
Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto
particular
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me
instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como
la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron
tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la
tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la
soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me
maté,
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca
por la última vez.
Rainer Maria Rilke - Cartas a un joven poeta "Usted pregunta si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mí. Anteriormente les preguntó a otros. Los lleva a las revistas. Los coteja con otros, y se preocupa porque algunas redacciones los rechazan. Entonces (como usted me ha permitido aconsejarlo), le suplico que abandone eso. Usted mira hacia fuera y, es precisamente lo que no debe hacer ahora. Nadie puede aconsejarlo ni ayudarlo, nadie".