domingo, 13 de noviembre de 2011

REPRESALIA

Esa palabra venía huyendo de mí desde hace días, asomaba a la punta de mi lengua…y nada…yo comencé a odiarla en algún momento, iba y venía, ella le otorgaba la importancia de un comino a mis insomnios, siempre a la búsqueda yo, moderno Ahab con el arpón listo en mi mano derecha, inclinado como un anacoreta en la semi oscuridad y la canoa lista y toda mi tripulación lista...fulano, mengano, todos listos, solo me faltaba ella.
Poco le importó que yo invocara a todos los dioses de mi Panteón personal navegando los mares del hemisferio sur, oscuro poeta de estas latitudes; la palabra nunca vino mordiéndome los labios, jamás llegó.
Vacías están algunas de mis hojas, las mejores, como ametralladas en ese lugar donde ella falta por un loco inservible que vendría a ser yo, con mis ojeras de siempre sobre los anteojitos de leer, levantado bien temprano y el mate a la mano para no dormirme mientras todos duermen.
Por su culpa he decapitado a otra palabra, una parecida, casi igual a la que nunca me llegó.
Tijera en mano, lentamente, con algo de piedad, apuñalé otra vez mis hojas en todos los sitios en que la había escrito hasta dejarlas como un queso gruyere.
Total, nunca estuvo a la altura de las circunstancias.

Leva Cosanovich.


13 de Noviembre de 2011.
V. del P.

1 comentario:

MabelBE dijo...

otra de esas fotografías tuyas, chaco, muy interesante el tono de humor sensible que nunca se va de tus escritos

le sacaría la última frase, porque está escrita en todo lo anterior, ya sabemos: ¡que se joda!